Los juegos del hambre

Es sabido que los intereses de las distintas áreas en cualquier Casa de Altos Estudios son una tarea compleja de conciliar y no resulta extraño que el academicismo predominante denoste las actividades extensionistas o las urgencias sociales pero el grado de cinismo que ostenta la UNC merece un capítulo especial.

Hace poco, la facultad de Ciencias Agropecuarias convenció a todos y consiguió carrera de Licenciatura en Alimentos; la UNC que ya tiene una Maestría en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, que cuenta con un Comedor Universitario con horarios ociosos para la elaboración de alimentos, con producción de alimentos en su campo, con plantas pilotos de alimentos pero ¿Qué es lo que ofrecen las autoridades para paliar el hambre y la malnutrición? Un portal web, que presenta recetas saludables acompañadas de los precios de los respectivos ingredientes en ferias francas, supermercados y almacenes, los cuales son relevados por estudiantes y profesores. Todo esto mostrado en el House Organ Cambiemita como producto de una mente superior, adelantada y afín a las nuevas tecnologías.

Mientras tanto, más allá de los anuncios oficiales, la realidad económica arroja una postal de empobrecimiento general y quizás paliar el hambre creciente entre la juventud como el sector más vulnerable, podría ser considerado una prioridad pero por el contrario, las autoridades reelegidas en 2019 decidieron reducir las raciones que se sirven en el Comedor Universitario para el claustro estudiantil después de aumentar exponencialmente el precio del menú diario
para los trabajadores.

Fiel al estilo publicitario inaugurado en 2016, todo cambio es bienestar y así demuestran que aprendieronbien el libreto nacional duranbarbista de esconder los ajustes bajo el título de modernización: De un plumazo impusieron una app para gestionar las reservas de turnos en el Comedor que siempre está saturada. La explicación que emana de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles -que curiosamente cuenta como autoridad máxima a un egresado de la FCA- responsabiliza al estudiantado: “los chicos no querían venir a hacer cola personalmente y ahora es más fácil desde el celular” pero todos sabemos que el problema es que se disminuyó la producción de raciones de 2100 a 1600.
Quizás este viejo problema de la lógica darwinista por la supervivencia pueda ser aminorado con la ayuda de las nuevas secretarías que se encarga de forjar el Honorable Consejo Superior.

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