House of cards

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Sí, queridos lectores. Hemos llegado hasta aquí, un punto que no podríamos definir como cerca ni lejos pero del que indudablemente, nos sobran las argumentaciones a fin de dar cuenta de las trayectorias de los principales actores.

La cuatricentenaria casa de Altos Estudios que nos cobija, dando incansables muestras de superar el sentido de la ironía en el siglo XXI, adoptó formas precisas del sainete criollo, para concretar lo que a comienzos del siglo pasado la convirtió en ícono de reformas. Tal es así que el Dr. Hugo Oscar Juri, su compañero de fórmula y sus muchachos pueden ser un poco más toscos, un poco más refinados, un poco menos confiables, pero todos juegan a la mancha con los aviones, por lo que ante los reiterados desatinos miradas de desconfianza se empezaron a ver en las reuniones del segundo piso del Pabellón Argentina.

Hasta el momento en la cuidada redacción de las citaciones y de las resoluciones -tanto rectorales como del Consejo Superior- era posible ver los hilvanes con los que estaban amarrados los trabajosos acuerdos entre los diferentes objetivos que se cobijan debajo de la propuesta del oficialismo para la reforma política.

Sin embargo, parece ser que el lunes algo se rompió y en la Resolución Rectoral 2371/2016 -que seguramente en la celebración de los 500 años será uno de los testimonios más contundentes del desmadre en el que había caído la UNC- se pueden rastrear las intenciones de los diferentes caciques del Macrismo universitario.

Estamos ante una mezcla imprescriptible donde se vislumbra el genuino interés del Rector por impulsar la elección directa y su inutilidad para establecer acuerdos; el recelo histórico de las facultades más conservadoras hacia la nueva forma de elección y la convicción que con la normalización de las dos nuevas facultades la Asamblea Universitaria se pondrá esquiva. La melángé se ha vuelto inmanejable y dentro del grupo de decanos flamantemente fanáticos de la elección directa se distinguen los que se ven objetivamente favorecidos porque sus facultades deberán ser “seducidas” para conseguir votos -con promesas desde el llano y recursos desde el poder-, mientras los otros representan unidades académicas marginales.

Es cierto que somos afectos a los policiales, pero no por ello vamos a caer en la respuesta más burda: el mayordomo sólo redactó lo que le pidieron y arregló lo que le permitieron. Así pues,  nos inclinamos por buscar pistas tratando de imaginar el más probable desenlace y a quién beneficia el resultado.

La prolijidad de la convocatoria deja mucho que desear. Solo para centrarnos en lo más importante diremos que la Asamblea ya fue citada al Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, que la mencionada Resolución Rectoral no tiene validez como citación y que lo establecido en el increíble art. 5 de la RR en el sentido de que “la información sea inmediatamente consignada en la página web oficial de la Universidad e informada a través de los Servicios de Radio y Televisión de la UNC. (SRT.SA), para garantizar su más amplia difusión”, de ninguna manera suple la necesaria notificación.

Un comentario aparte merece el art. 2, ya que establece que el ingreso se habilite a “la hora siete (07 a.m.) del día de la convocatoria”, que ya fue realizada el 24 de noviembre según la Resolución Rectoral 2163/2016, pero sabemos por quienes realizan sus actividades en el Campo que lejos de tener abiertas las puertas desde el 24 de noviembre, lo que se observa es una gran presencia policial.

Siempre hubo dudas acerca de los motivos que llevaban a las facultades más pequeñas a apoyar esta iniciativa, sobretodo porque claramente se verían perjudicadas si se aprueba el proyecto de Cambiemos y en honor a la verdad, son decanos que saben hacer muy bien los números. Resulta evidente que en medio de este proceso  alguien cayó en la cuenta que no era negocio quitarle el poder a una Asamblea Universitaria para dárselo a un histórico adversario, que nunca estuvo de acuerdo con la elección directa pero que se subió al berretín del Rector para arrancar la disputa varios escalones más arriba. Media hora le bastó para darse cuenta de la facilidad con que se destruyen delicados equilibrios simulando estar trabajando arduamente para protegerlos.

4 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Guntierrez dice:

    Me encanta este Blog. Frecuentemente pública notas señalando los errores gramaticales o de sintaxis que hay en otras publicaciones y es muy cómico. Especialmente cómico es, queridos autores, porque da la impresión de que tanto esfuerzo para leer y corregir con gran rigor y atención al detalle lo que escriben los otros, no les deja tiempo para leer lo que ustedes mismos publican.
    Me voy a ahorrar la individualización de vuestros múltiples errores porque no soy vigilante. Prefiero dejarles ese rol a ustedes, pues lo asumen de forma magistral, mostrando que si uno se esmera y se entrena puede dominar cualquier arte, hasta el de buchón gramatical. Así pues, vaya solamente un humilde consejo: releer antes de publicar

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